El animal más adorable de la familia de los falangéridos y quizas de todo el orden de los marsupiales es el koala (Phascolarctos cinereus), que con su enorme cabeza, grandes orejas peludas y gruesa nariz produce un efecto atractivo y cómico a la vez.
El Koala está confinado a los bosques de eucaliptos de las regiones orientales de Australia, ya que las hojas y la corteza joven de este árbol constituyen el elemento primordial de su dieta.
La piel, tupida y lanada, es grisacea por arriba y blanquecina por abajo, y no tiene más que un vestigio de cola.
Los abazones y un gran intestino ciego hacen posible la digestión del kilo de hojas que, aproximadamente, come al día. El nombre de Koala significa "que no bebe", y realmente es cierto que no bebe nunca.
La hembra no pare más que 1 cria cada vez, que permanece durante 6 meses en una bolsa abierta hacia atrás, para trepar después a la espalda de la madre y viajar "a caballo".
Como su habitat a sido destruido por la agricultura y las ciudades, y dado que han sido muy valorados por su pelaje cálido, resistente y bello por los cazadores, el número de estos animales ha quedado drásticamente reducido en este siglo.
Sin embargo, ahora están protegidos y han sido reestablecidos en algunas zonas, como Victoria, debido a acciones como esta dicha especie ya no se encuentra en peligro de extinción.
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