La caza y exportación de las especies nativas australianas son estrictamente controladas y Australia cuenta con las leyes de comercio de fauna más duras del mundo.
La caza de canguros contribuye a sustentar el medio ambiente australiano. Existe un Código de Práctica para la matanza humanitaria de canguros y todos los cazadores comerciales deben poseer licencia.
Siete de las especies más comunes de canguros australianos son cazadas comercialmente bajo estrictos controles; ninguna especie está en peligro. El canguro rojo y los canguros grises orientales y occidentales constituyen el 90 por ciento de la caza comercial. El tamaño de la población combinada de estas especies fluctúa con las condiciones estacionales, pero puede alcanzar los 50 millones de animales.
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